Por un socialismo democrático y plural en respuesta a las necesidades de los trabajadores y el pueblo argentino.
Inundan en las noticias de los medios del país imágenes y frases acerca del Congreso Extraordinario del Partido Socialista interrumpido por disturbios y resuenan comentarios que interrogan si es parte de la tradición del socialismo dirimir de ese modo sus cuestiones internas.
No pretendemos insistir en el repudio a frases gorilas que creíamos ya caducas y que tanto se escucharon el sábado último en Costa Salguero, sino que nos parece necesario repensar lo que todos llaman la "tradición del socialismo".
Existen al interior del Partido Socialista dos claras posturas políticas que se pueden encuadrar de centro derecha y de centro izquierda y que en los últimos meses intentaron convivir y consensuar mediante el diálogo. Esta caracterización, lejos de ser arbitraria, se sustenta en la realidad que marcan las decisiones, las coaliciones, los proyectos y sobretodo las clases y capas sociales que representan cada sector del socialismo.
Mientras un sector, liderado por Jorge Rivas, hoy representado por el Diputado Nacional Ariel Basteiro y Oscar González, mantiene en esta coyuntura un apoyo crítico y constructivo (palabra demasiado ajena a vastos sectores políticos en los tiempos que corren) al proyecto del Gobierno Nacional, otro sector liderado por el Senador Rubén Giustiniani y el Gobernador Hermes Binner mantienen una alianza con la Coalición Cívica y, en los últimos tiempo, cierto acercamiento con el radicalismo.
El apoyo al Gobierno Nacional, que para decirlo en pocas palabras, ha devuelto al Estado un rol clave en la toma de decisiones y en el modo de hacer política en pos de un proyecto nacional e inclusivo, no deja de remarcar las carencias que muestra y lo que aun falta por hacer. Pero lo que también remarca es que no podemos estar más que del lado de un progresismo responsable, sin demagogias izquierdistas, que constantemente mira a los intereses de los sectores populares, mas vulnerados, por los trabajadores y sus familias, por los niños, jóvenes, docentes, jubilados y médicos, por mantener soberanía y alianzas que fortalezcan la región. Mientras, vemos en frente es una izquierda infantil, que poco entiende de gobernar, que se opone por la oposición misma; así como también observamos un progresismo obsecuente con las clases medias urbanas, que se prende al discurso mediático para agradar simplemente, que es completamente funcional a la derecha mas acérrima y cómplice con el vaciamiento del país, que dice preocuparse por la institucionalidad, que denuncia a funcionarios y organismos para decir lo mismo que TN o algún otro multimedios del establishment.
Cada uno atiende su juego o que cada uno se ponga la camiseta que mejor le quepa. Dentro del socialismo, lo que hoy se expresa como posturas antagónicas, deberían poder convivir. Tendríamos que respetarnos, como la tradición lo indica. No se es "más socialista o menos socialista". Uno no se "peronisa" (lo repiten mucho como insulto) por apoyar cambios que favorecen a los de abajo, porque va a las marchas con bombos y cánticos populares, porque defiende lo que quiere, defiende la democracia, se enfrenta a la derecha con uñas y dientes.
Nosotros los socialistas de la provincia de Buenos Aires, no pensamos en irnos de nuestro partido, contamos con el liderazgo provincial de Jorge Rivas, nuestro compañero que tuvo la histórica tarea de liderar un proceso de apertura, de pluralidad en nuestras bases, que nos dejo el legado, mientras se recupera con toda fuerza, de atender a ese sujeto social que la tradición del socialismo venia ignorando, a los "nadies" de siempre que pedían a gritos un cambio, un país que los incluya y les devolviera las esperanzas, nos demostró que teníamos que estar a la altura de este momento histórico que nos interpela a ser protagonistas de los cambios, criticando, discutiendo, proponiendo con nuestros ideales y nuestra identidad como tan enérgicamente él lo hacia.
Mientras Jorge se recupera, seguimos adelante. Por un lado, los militantes defendemos nuestro espacio, nuestra historia y nuestras convicciones, vamos a elecciones internas para renovar autoridades, no cuestionamos al resto de las provincias por las posturas políticas que toman, mientras lo hayan echo sus afiliados democráticamente (vale recordar que solo las provincias de Santa Fe y Entre Ríos siguieron la línea del Comité Ejecutivo Nacional en las elecciones nacionales pasadas). Por otro, el Diputado Nacional Ariel Basteiro, legítima autoridad de la provincia de Buenos Aires, desde su bloque en la Cámara Baja con independencia y constantes propuestas realiza una labor legislativa que honra nuestra tradición, que ha rescatado proyectos postergados por varios gobiernos, que siempre se para del lado de los intereses de los trabajadores y sectores populares sin oportunismo político, que ha votado los proyectos progresistas, que ha criticado los proyectos con fallas, que le pone el cuerpo a cada batalla contra el establishment mediático, político y económico. Y finalmente, Oscar González, trabajando por fortalecer y enriquecer las relaciones entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, colaborando para que se afiancen los canales institucionales, dialogando con cada legislador, con cada funcionario para garantizar aquello que nuestra tradición exigió cada vez que tuvo una banca.
No está en nuestra tradición la violencia, la resolución de conflictos mediante agresiones, como tampoco esta la contratación de patovicas, ni patotas. Lo que si tenemos bien en claro de nuestra tradición, es que aunque utilicen los mas bajos términos gorilas y despectivos, nuestra base social intenta ampliarse, impulsa a que se sientan interpelados por el socialismo sectores trabajadores, populares y postergados, aunque sean a lo que los medios masivos se empecinan en caracterizar como barbarie, caracterización a la que por oportunismo se suman sectores de las política con quienes supimos construir juntos. Esta amplitud es la misma que nos permite defender nuestro espacio en el partido de nuestros tradicionales maestros Juan B. Justo, Alicia Moreau, Alfredo Palacios, Alfredo Bravo y que lidera Jorge Rivas, más allá de las alianzas políticas. Convencidos de estar a la altura de las circunstancias políticas de este tiempo, de construir un país y una Latinoamérica inclusiva y democrática es que mantenemos la fecha para las elecciones internas que nos permitan renovar autoridades provinciales, y aceptamos participar en Congresos partidarios donde no se nos insulte y se respeten reglas claras de juego.
Sin proscripciones, sin autoritarismo, sin levantadas de mano automáticas, el socialismo de la Provincia de Buenos Aires da la pelea por respetar su tradición democrática para los sectores populares y los trabajadores. De esos, que no nos olvidaremos nunca más. A
M.JULIA SEQUEIRA
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